sábado, 11 de diciembre de 2010

feliz navidad


Hace ya un año partí a Bahrein, un país tan prospero como desigual en el corazón del golfo pérsico. Lo primero que me llamó la atención fue lo vanguardista de sus edificaciones, construidas gracias a la sobre explotación y en muchos casos la esclavitud de cientos de inmigrantes indostaníes; quienes a pesar de su condición muestran una sonrisa y un optimismo que pocas veces he visto en mi vida. Al pasar los días hablando con varias Maite y jardineros me doy cuenta de lo poco de ganan, además que solo pueden tener vacaciones una vez cada dos años. Esta gente parte al golfo para enviarles dinero a sus famitas en India, Nepal, Pakistán o Bangladesh, renunciando muchas veces a ver crecer a sus hijos para garantizarles un futuro mejor. Y esto les generaba una alegría inmensa.

Esta gente tan humilde nos enseña que las grandes satisfacciones de la vida son producto de grandes responsabilidades y compromiso.

En la noche de navidad me tocó asistir a una reunión de otro tipo de inmigrantes, quienes están haciendo fortuna en este rincón del planeta. Al llegar no encontré el lujo que muchos se imaginan, en vez de champaña se servia aguardiente antioqueno, y en vez de cocina francesa habían platos de África, India y Latinoamérica. En definitiva había gente muy poderosa y adinerada disfrutando de cosas sencillas que cuestan poco y valen mucho, que tienen algo que desde hace años añoran; el sabor de su tierra.

Al igual de exitosos era evidente que eran personas felices. Varios de ellos nacieron en medio de una guerra civil en África, en una favela miserable de algún país latino o siendo algún marginado del injusto sistema de castas que aun se mantiene en India. Otros con mejor suerte nacieron en familias de clase media o pudientes, pero eran solo una fracción de los allí presentes. En medio de esta gente a mi mente surgieron interrogantes ¿Cuáles son sus secretos para ser felices y exitosos?

A continuación les diré algunos, pero estos no salen en los libros de autoayuda ya que son desagradables la mayoría de ellos, pero son igual de importantes.

Parte 1 El secreto del éxito

1- El destino no existe: Desde que nacemos tenemos en nuestras manos la posibilidad de cambiar de un momento a otro el camino que decidamos seguir, si no me crees pregúntaselo a un indio que pudo progresar a pesar de haber nacido en una casta marginada. A medida que crecemos no solo son nuestras palabras nos definen, también los hechos juegan un papel importante y sobre ellos tenemos toda responsabilidad.
2- Un fracaso no te define: Si hay alguna meta que no hayas cumplido eso no define lo productiva que sea tu vida.
3- Pedir perdón no solo con el alma sino también con el cerebro, disculparse lejos de ser una señal de debilidad es una muestra de valentía al aceptar los errores y de madurez al reflexionar sobre las consecuencias de tus actos (los cuales te definen).
4- Alejarse de lo que atenta contra tu dignidad y tu progreso, inclusive si estas apegado a ello.
5- Saber que las buenas acciones y el buen comportamiento lleva a buenos desenlaces. A pesar que estamos rodeados de tentaciones, y de motivos para rendirnos, las malas acciones llevan a la autodestrucción.

Parte 2 El secreto de la felicidad

1- No solo el éxito es gratificante; también lo es compartirlo con alguien
2- Ser amado es bueno pero de nada sirve si no eres capaz de amar ya que no valoraras el amor que recibes. Como lo cita el escritor Fiodor Dostoyevski ``El infierno es lo que viven los que son incapaces de amar´´
3- No tengas miedo a entregarte porque el que no arriesgó ya perdió, y después de todo un corazón roto es la muestra de que al menos lo intentaste
4- Devolver el amor, confianza y respeto que recibes ya que quienes te rodean también tienen necesidades
5- Si no consigues al amor de tu vida, no te desilusiones conseguiste un amor para cada etapa de ella. Lo más importante es que a pesar que lo intentaste diste lo mejor de ti y no perdiste la fe en ti mismo.

Al final de la fiesta termine ebrio gracias a la combinación de cerveza negra con aguardiente, con el estomago dolido de tanto reír, y los pies destruidos de tanto bailar.
Al despertar en mi habitación fui a pesarme y me di cuenta que había engordado dos kilos, pero como dice el dicho, sarna con gusto no pica.

A los aquí presente no tengo nada más que desearles lo siguiente:
· Que sean dueños de su destino y tomen riesgos
· Que si fallan tengan la fortaleza para levantarse
· Que amen con locura y que sean amados con devoción
· Que reflexionen, que pidan perdón y se ganen una segunda oportunidad
· Que compartan sus éxitos y que sean atendidos cuando caigan
· Que no pierdan la fe nunca
· Y que en la desventura y en la riqueza estén rodeados de gente de corazón noble que los quieran no por lo que tienen sino por lo que son; o por lo que han decidido ser.