Adoro a está ciudad; la cual cambió mi forma de pensar y le debo mucho de lo que soy actualmente. En ella aprendí a amar libremente, en creer y luchar por un futuro mejor y en lo fundamental que es aceptarse a uno mismo tal cual como es.
Podría decir que quedé enamorado de su cultura, única y vibrante, el sabor y aroma de su gastronomía, el barrio del Saladillo me impactó con el colorido de sus casas además de su nostálgica atmósfera, pero lo que mas me maravilló fue la solidaridad de su gente.
Entre ellos se destacan mis compañeros de clase, ell@s cambiaron mi mundo, con ell@ volví a tener fe en la humanidad y en mi persona, aprendí a reír de nuevo y salir con a frente en alto; aún cuando se está completamente jodido.
Hoy en día agradezco haber estudiado allí y de haber compartido unos de los mejores años de mi vida. Ya hace casi cinco años que viví allá, actualmente son hombres y mujeres de bien, que ríen, lloran, luchan, triunfan, fracasan pero siempre se levantarán no importa cuantas veces caigan.
Escribo esta nota en agradecimiento a todo lo que aportaron a mi vida y que de alguna manera u otra espero retribuirles
Les quiere Oscar (el gocho ).
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